La eventual candidatura del actual alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, al Congreso ha generado un intenso debate dentro del oficialismo, al tiempo que se aceleran las definiciones sobre las candidaturas parlamentarias en el marco del pacto entre las principales fuerzas políticas de gobierno. En este escenario, el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde, confirmó que el Ejecutivo no intervendrá en los procesos electorales internos de las colectividades, enfatizando que son los partidos los encargados de definir a sus postulantes.
El conflicto emerge cuando Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista (PC), expresó su apoyo a la candidatura de Jadue para un puesto en el Congreso en las elecciones de 2025. Carmona aseguró que el alcalde tiene todo el derecho de participar, a pesar de estar bajo una investigación legal por presuntos delitos relacionados con su labor en la Asociación Chilena de Municipalidades con Farmacias Populares. Según el dirigente comunista, no hay barreras legales que impidan su candidatura, siempre y cuando no se dicte una sentencia condenatoria en su contra.
Desde sectores del oficialismo, sin embargo, han surgido voces que consideran que la eventual postulación de Jadue podría generar costos políticos en medio de un contexto electoral complejo para el bloque. Algunos parlamentarios del Socialismo Democrático han expresado reparos ante la exposición que podría implicar llevar en la lista a una figura altamente controvertida. Aunque reconocen la legitimidad del proceso judicial, advierten que la carga mediática que arrastra el caso podría ser perjudicial para el desempeño general del pacto.
Pese a las diferencias internas, en el oficialismo se avanza en la construcción de una lista parlamentaria única, que incluiría a Apruebo Dignidad y al Socialismo Democrático. Los equipos negociadores de los distintos partidos ya han iniciado conversaciones para definir los mecanismos que permitirán zanjar las candidaturas en los distritos clave, con el objetivo de evitar divisiones que favorezcan a la oposición.
En este escenario, Carmona reafirmó su petición de respetar el cronograma del proceso judicial de Jadue, y enfatizó en la presunción de inocencia como un principio fundamental en democracia. Además, destacó que el alcalde de Recoleta ha sido un líder notable del PC y tiene un fuerte apoyo dentro de su partido, por lo que su potencial inclusión en la lista parlamentaria no debería ser descartada anticipadamente. “Los puestos de elección popular se determinan de manera democrática, y serán los ciudadanos quienes juzguen las candidaturas según su valor”, afirmó.
Mientras tanto, en el resto del oficialismo se afinan los detalles para la conformación de los comandos territoriales que operarán en las distintas regiones, así como la designación de vocerías para la campaña. La meta es presentar una oferta electoral cohesionada, con un relato común centrado en la continuidad de las reformas impulsadas por el gobierno, y en contraposición a los sectores conservadores que han ganado terreno en las últimas elecciones.
El entorno se torna más complicado también debido a la situación de duda acerca del liderazgo en ciertos partidos oficialistas, lo que puede retrasar la selección de candidatos. Con respecto al Frente Amplio, se está considerando un enfoque que mezcle la promoción de líderes jóvenes con legisladores actuales que aspiren a ser reelegidos. Mientras tanto, en el Partido Socialista, se conservan atentos a las conversaciones, aunque personas cercanas afirman que se hará hincapié en lograr una participación justa dentro del acuerdo.
La candidatura de Jadue, si finalmente se concreta, podría convertirse en un punto de inflexión para el oficialismo. Mientras sus partidarios destacan su legado en políticas municipales y su rol articulador en la izquierda, sus detractores dentro y fuera del bloque advierten que su presencia podría polarizar la campaña legislativa.
Por ahora, el oficialismo se concentra en alcanzar un acuerdo que permita maximizar la representación parlamentaria en 2026, consciente de que una fragmentación interna sería aprovechada por sus adversarios políticos. Las próximas semanas serán clave para consolidar las bases del pacto, definir candidaturas y establecer una narrativa que permita competir con solidez en un ciclo electoral que se anticipa desafiante.