En un intento por mejorar la protección de los empleados y disminuir la exposición a productos nocivos, la Comisión Europea ha sugerido reforzar las reglas sobre agentes cancerígenos, mutágenos y reprotóxicos. Esta iniciativa, que pretende modificar por sexta vez la Directiva sobre agentes cancerígenos, tiene como finalidad evitar miles de casos de cáncer y otras enfermedades graves en las próximas décadas, así como asegurar un entorno de trabajo más seguro y saludable para millones de trabajadores en toda la Unión Europea.
La iniciativa de la Comisión Europea no solo establece nuevos valores máximos para sustancias peligrosas, sino que también incluye los humos de soldadura por primera vez en la regulación. Esta acción podría evitar aproximadamente 1.700 casos de cáncer de pulmón y hasta 19.000 enfermedades severas, tales como problemas en los pulmones, hígado y riñones, en los próximos 40 años. Asimismo, se calcula que la aplicación de estas nuevas normas podría resultar en un ahorro económico considerable, estimado en hasta 1.160 millones de euros en gastos de salud.
Límites actualizados para sustancias nocivas
La propuesta presentada por la Comisión Europea establece valores límite más estrictos para tres sustancias químicas prioritarias, cuyo control es esencial para proteger la salud de los trabajadores:
El cobalto y los compuestos inorgánicos relacionados
El cobalto, ampliamente utilizado en la fabricación de baterías, vehículos eléctricos y en la producción de imanes y metales duros, es una de las sustancias que ahora tendrá límites más restrictivos. Se propone un límite general de exposición de 0,01 mg/m³, con un umbral aún más bajo de 0,0025 mg/m³ para las partículas finas que pueden penetrar en los pulmones. Para que la industria pueda adaptarse a estos nuevos límites, se les concederá un período de transición de seis años, con límites transitorios más altos durante este tiempo.
Hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH)
Los compuestos aromáticos policíclicos, presentes en la fabricación de acero, hierro y aluminio, además de los vapores de soldadura, estarán también bajo restricciones más severas. Se sugiere un nuevo límite de 0,00007 mg/m³, aunque se concederá una excepción provisional para las industrias más impactadas, duplicando este valor durante los seis años iniciales.
1,4-dioxano
El 1,4-dioxano, un disolvente utilizado en la industria química, textil y en productos de limpieza doméstica, también está incluido en la propuesta. Se establece un límite general de exposición de 7,3 mg/m³ y un umbral de exposición a corto plazo de 73 mg/m³. Además, se introducirá un valor límite biológico para su detección en el organismo, lo que permitirá monitorizar más eficazmente la exposición de los trabajadores.
La iniciativa además presenta «indicaciones» que alertan sobre el posible ingreso por la piel u otras formas de exposición, lo cual sugiere tomar medidas de protección extra para impedir que los empleados tengan contacto con estas sustancias nocivas.
Inclusión de los humos de soldadura
Un aspecto significativo de esta iniciativa es la incorporación de los humos de soldadura dentro del marco de la Directiva sobre agentes cancerígenos. Estos humos pueden tener compuestos sumamente peligrosos, como cromo, níquel y cadmio, todos identificados como cancerígenos. La inclusión de estos humos en la regulación permitirá a las autoridades europeas fijar directrices legales precisas, obligando a las empresas a mejorar las medidas de seguridad y protección para los empleados en la industria de la soldadura y en otros sectores metalúrgicos donde este riesgo existe.
Un avance hacia una mejor estabilidad en el empleo
La iniciativa presentada por la Comisión Europea será discutida próximamente por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea. De ser ratificada, los países integrantes dispondrán de un período de dos años para adaptarla a sus leyes nacionales, lo que facilitará una aplicación homogénea en toda la UE.
Esta revisión de la Directiva sobre agentes cancerígenos se basa en datos científicos actualizados y en las recomendaciones de expertos en salud y seguridad laboral. Su enfoque está alineado con el Marco Estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo 2021-2027, y contribuye a los objetivos del Pilar Europeo de Derechos Sociales y el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer.
La Comisión Europea reafirma, de esta manera, su compromiso con la prevención de enfermedades laborales y la creación de entornos laborales más seguros y saludables, buscando reducir el impacto de las sustancias peligrosas y proteger a millones de trabajadores que, diariamente, se exponen a estos riesgos.
Con esta modificación, Europa avanza considerablemente en la optimización del bienestar laboral, resaltando la relevancia de adoptar una perspectiva preventiva y protectora en el contexto laboral, lo cual ayudará a construir un mañana más seguro para las futuras generaciones.