El glaciar Perito Moreno, considerado durante décadas una rareza por su estabilidad en la Patagonia argentina, enfrenta ahora un retroceso repentino y posiblemente irreversible. Este fenómeno no solo amenaza uno de los atractivos turísticos más emblemáticos de Argentina, sino que también sirve como un aviso sobre la vulnerabilidad de los glaciares a nivel global frente al cambio climático. Investigadores de Alemania y Argentina han detectado que la superficie del glaciar se ha reducido de manera significativa en los últimos años, mientras que la velocidad del flujo de hielo se ha incrementado, lo que sugiere un colapso acelerado que transformará la región en las próximas décadas.
La singularidad del Perito Moreno y su importancia turística
El Perito Moreno, nutrido por copiosas nevadas en la cordillera de los Andes, se extiende a través de vastos bosques de hayas hasta llegar al Lago Argentino. Su singularidad se debe a que, durante diversos años, fue uno de los contados glaciares de la zona que no mostraba un retroceso incesante, gracias a su posición geográfica y las aguas relativamente someras en su final. Este equilibrio hizo posible que los turistas pudieran disfrutar de cerca de los espectaculares desprendimientos de hielo desde plataformas especialmente construidas, atrayendo aproximadamente a 700.000 visitantes anualmente.
El glaciar presenta una característica distintiva: a veces se desplaza lo necesario para cerrar los brazos del lago, creando una barrera natural de hielo que retiene agua hasta que la presión causa su colapso. Este suceso, sin un patrón claro, ha sido una de las atracciones naturales más importantes de la Patagonia. No obstante, la reducción en las nevadas durante años y veranos más cálidos han debilitado al glaciar, terminando con su estabilidad de antaño.
Retroceso acelerado y efectos previsibles
Según el estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment, la superficie del Perito Moreno ha disminuido significativamente, mientras que el hielo se desplaza más rápido hacia el lago. Los científicos predicen que el frente glaciar pronto comenzará a flotar sobre aguas más profundas, incrementando su inestabilidad y acelerando su retroceso. Esto marca el inicio de una fase de retroceso probablemente irreversible, que transformará la experiencia turística y la apariencia del glaciar en los próximos años.
Si bien a corto plazo los visitantes podrían presenciar desprendimientos más dramáticos, este espectáculo es en realidad un reflejo del declive acelerado del hielo. Con el tiempo, el glaciar retrocederá hacia las montañas, reduciendo progresivamente su tamaño hasta desaparecer de la vista de los turistas.
Impacto global del retroceso glaciar
El retroceso del glaciar Perito Moreno no solo tiene efectos a nivel local. Los glaciares de las montañas en todo el planeta están disminuyendo su hielo a una velocidad sin precedentes. Desde el año 2000, estos glaciares han perdido más de 6.500 mil millones de toneladas de hielo, lo que equivale aproximadamente al 5% de toda su masa. Este proceso de derretimiento contribuye al aumento del nivel del mar, poniendo en riesgo a millones de residentes de áreas costeras, y incrementa la probabilidad de inundaciones cuando los lagos glaciares represados liberan repentinamente grandes cantidades de agua.
Eventos severos vinculados con el retroceso de los glaciares, como el desplome del glaciar Birch en Suiza en mayo de 2025, muestran cómo estas dinámicas pueden tener impactos devastadores en la vida humana y las estructuras locales. Asimismo, la pérdida de glaciares pone en riesgo el abastecimiento de agua dulce, esencial para la agricultura, el uso humano y el saneamiento. Cientos de millones de personas confían en este recurso para preservar su calidad de vida.
Precaución para lo que viene
El caso del Perito Moreno es un ejemplo temprano de la vulnerabilidad de los glaciares ante el cambio climático. Su rápido retroceso muestra que incluso los glaciares que han sido estables históricamente pueden verse afectados por los cambios ambientales, subrayando la importancia de un monitoreo continuo, investigación científica y políticas que reduzcan el impacto del calentamiento global. La desaparición de estos almacenes naturales de agua dulce representa no solo un desafío para la Patagonia, sino también una señal del cambio que están experimentando los glaciares a nivel mundial.